¿De qué hablaría nuestro trabajo si nosotros no hubiéramos creado nuestra propia marca? Origami, con pocos años en el mundo publicitario, creció rápidamente, por lo que buscábamos una identidad acorde a nuestra
personalidad y al mismo tiempo, nos diera posicionamiento al exterior y ante clientes potenciales.
Dejamos de lado las acuarelas y la papiroflexia para brindarle paso a un lenguaje visual alineado a las tendencias mundiales combinando formas geométricas, colores y estilos tipográficos que se pudieran aplicar en todos los medios de contacto.
De esta manera, conseguimos que Origami hablara por sí misma y por todos los creativos que la conforman.